7 de abril “Día Mundial de la Salud”

Esa es la fecha propuesta hace 63 años por la Asamblea de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se estableció que para cada conmemoración se elija un tema específico en el área para destacar su interés e importancia.

El Día Mundial de la Salud brinda una oportunidad de ámbito mundial para centrar la atención en importantes cuestiones de salud pública que afectan a la comunidad internacional.

Este año la OMS propuso el tema: “Resistencia a los antimicrobianos: si no actuamos hoy, no habrá cura mañana”. Este tema aunque no es nuevo, es importante porque en los últimos años se han visto aumento de la resistencia microbiana a los fármacos más utilizado, lo que produce un problema muy peligroso para la vida de las personas.

Es común que cuando uno tiene algún síntoma como fiebre o alguna congestión nasal, la tía, abuela, amigos o quien sea-. Te dicen “porque no te tomas una Amoxicilina”? o mucho más común es empezar un tratamiento médico y dejarlo a mitad de camino, este último ejemplo por varias razones; por falta de conocimiento o porque no se tiene el dinero para comprar el medicamento.

En la Argentina existe un organismo la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Medica), recientemente en el marco del Mercosur se firmo un acuerdo con Brasil con el objetivo de asegurar el control de los medicamentos, y así contribuir a erradicar la circulación de aquellos que sean ilegítimos. Pero a pesar de este último tratado la Argentina se está en una situación de riesgo en donde hace años se viene denunciando que hay Laboratorios como Prepagas y Obras Sociales que vienen jugando con la vida humana.

El mercado negro de los medicamentos, actualmente conocido como “La Mafia de los Medicamentos”, no es algo de ahora. En la década del 90´ ya se venían haciendo allanamientos en distintas partes del país desbaratando farmacias que tenían laboratorios caseros en donde se adulteraban medicamentos.

Fue después del triple crimen que se volvió hablar el inmenso mercado negro de medicamentos que opera en el país, que al amparo de una legislación permisiva y obsoleta que desreguló, a partir del Decreto 2284/91, la venta de medicamentos especulando con una disminución del precio que nunca sucedió y que puso en la más absoluta desprotección a la población y con la protección de políticos, sindicales y hasta abogados, siguió en crecimiento este negocio. Pero aunque hace dos años se aprobó la modificación de la Ley Nacional del Ejercicio de la Farmacia (Ley 15.567), con el fin de poner algún freno, hoy en día sigue sin haber controles estrictos no solo de los llamados “canal K” (Maxikioscos, Supermercados, estaciones de servicio, etc.) sino también en las farmacias en donde se venden medicamentos como “Amoxicilina” sin receta médica.

Conclusión

En la Argentina de HOY, en donde hay leyes que se sancionan este tipo de anormalidades, tiene que haber mayores controles y sobre todo que las autoridades sanitarias a de todos los niveles (municipales, provinciales y nacionales) se responsabilicen por los hechos en la actualidad, tomen las medidas pertinentes para combatir contra los laboratorios, prepagas y obras sociales que siguen con sus prácticas espúreas, afectando a los pacientes. Y también que los pacientes asuman la responsabilidad, no solo de seguir los pasos del médico sino que adquiera su medicación en las farmacias y de manos de un profesional farmacéutico.

“Solo será justo nuestro orden social cuando se logre que los recursos humanos, unidos al avance técnico del país, permitan asegurar al hombre argentino la satisfacción de sus necesidades físicas y espirituales."

Arturo Illia

Presidente Argentino que impulso la “Ley de Medicamentos” Establecía una política de precios y de control de medicamentos, congelando los precios a los vigentes a fines de 1963, fijando límites para los gastos de propaganda, imponiendo límites a la posibilidad de realizar pagos al exterior en concepto de regalías y de compra de insumos.